Este verano tuvimos ocasión de comprobar in situ el funcionamiento de dos de estas explotaciones pecuarias durante un media tour auspiciado por Grain Farmers of Ontario -la organización que aglutina a todos los productores de cereal y grano de esta provincia canadiense-, con el fin de dar a conocer a un reducido grupo de periodistas europeos sus prácticas y cifras de producción.
La primera de ellas, Pallister Farms, situada cerca de la localidad de Dundalk, acumula más de 140 años de tradición agraria familiar. Su actual propietario, Dale Pallister, es la quinta generación de esta saga y trabaja junto a sus hijos, que previsiblemente continuarán en el futuro cuidando las mismas tierras. Se trata de una explotación mixta dedicada a la cría de vacuno de carne y a cultivos herbáceos, y es una de las 500 familias adheridas al programa Ontario Corn Fed Beef, una iniciativa de la asociación que aglutina a más del 55% de los productores de ganado de esta región, Ontario Cattle Feeders´Association, para impulsar la comercialización de su carne. Teniendo en cuenta que su producción supone apenas un 9-10% del total nacional, han querido apostar por el mercado premium como estrategia para mejorar la viabilidad de la industria de vacuno en la provincia.
La clave está en el maíz
Los ganaderos que deciden formar parte del programa se comprometen a alimentar a sus terneros con una dieta nutricionalmente equilibrada y compuesta en un 80% por maíz durante al menos 100 días en la fase final de cría, después de una larga etapa inicial de alimentación con pasto. Una particularidad con la que, aseguran, consiguen una carne más veteada, tierna y con un sabor característico. Desde su lanzamiento al mercado en 2001, han logrado establecer una marca y un logotipo reconocibles, que suponen un valor añadido para los productores y aseguran a los consumidores estar comprando carne producida de acuerdo con determinados estándares de calidad, que pasan por cumplir con un decálogo de buenas prácticas y superar controles y auditorías regulares.
Ovino de carne
Durante nuestro periplo por Ontario tuvimos también ocasión de visitar Shepherd Creek Farms, otro negocio agro-ganadero familiar gestionado en este caso por Sandi y Mark Brock, en el que además de cultivar cereales y soja se dedican a la cría de ganado ovino, con unas 500 cabezas destinadas al mercado de carne de cordero.
Sandi es la encargada de la parte ganadera, una tarea que combina con una intensa actividad en las redes sociales, a través de las que trata de divulgar su pasión por el trabajo en el campo en una sociedad cada vez más urbanita. A diferencia de sus padres, también agricultores, esta pareja decidió hace tiempo apostar por las nuevas tecnologías, que les proporcionan herramientas para monitorizar, planificar y optimizar la producción, facilitándoles la gestión del trabajo y permitiéndoles disponer de más tiempo libre.