La ganadería ecológica de rumiantes ha tenido una fuerte expansión en los últimos años en Europa, sin embargo el impulso de la avicultura ecológica ha sido mucho menor, por las complicaciones para realizar la cría por falta de información técnica, y también ante las dificultades de conseguir pollitos de razas autóctonas en suficiente numero como para realizar una producción ecológica competitiva, ahora casi mantenida con razas extranjeras y/o híbridas comerciales.
El desarrollo de una avicultura ecológica de calidad, fomentando la cría extensiva, puede contribuir a una mejora sustancial del medio rural en muchas áreas de nuestra geografía (agrosistemas cereal-rastrojeras, dehesas, sistemas adehesadas, de montaña, etc.), también a recuperar muchas razas de gallinas autóctonas con censos muy bajos al borde de la extinción, así como a diversificar la dieta a las gentes del campo de forma saludable, de ahí la importancia que tiene unir este tipo de producciones al ecoturismo realizado desde las casas rurales insertas en muchos nuestros paisajes singulares españoles.
Para ello, Vicente García-Menacho Osset y Carmelo García Romero te cuentan un poco más sobre el método de cría y la alimentación de la gallina ponedora, dos de los aspectos más diferenciadores entre la ganadería ecológica y convencional.
Métodos de crianza
Hay diferentes instalaciones para criar las ganillas ecológicas, entre ellos están:
Pero siempre, las condiciones de alojamiento de los animales deberán responder a sus necesidades biológicas y etológicas (adecuada libertad de movimientos y de comodidad).
Alimentación
En las gallinas ponedoras tiene mucha importancia la granulometría en el alimento. Los alimentos molidos demasiado, finamente, disminuyen mucho el consumo de pienso y la producción. Esto se puede evitar utilizando alimentos presentados en forma de migajas o granulado. La facilidad de aprehensión del pienso aumenta el consumo y por tanto la producción.
No hay que olvidar que las aves son granívoras y el consumo depende del tamaño de las partículas del pienso. A veces las migajas del pienso no son de buena calidad lo que ocasiona una bajo consumo, por la degradación de las migajas en los sistemas de distribución o en el manejo de los envases, convertimos las migajas o gránulos en polvo. Se evitará en lo posible la utilización de materias primas demasiado pulverulentas o moler demasiado las materias primas.
Cuando se fabrica el pienso en la propia explotación y no tenemos granuladora, que es lo normal, por su alto coste, se debe fabricar el pienso en polvo, pues es la forma de limitar que las gallinas picoteen en busca de las partículas más apetecibles y desperdicien el resto, tirándolo incluso al suelo.
Cuando la temperatura es elevada se produce una disminución del consumo de pienso, este déficit constituye una de las causas de la reducción de la puesta en climas cálidos.
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